29/5/08

"...y si volvemos al principio y pensamos lo que no se pensó cuando se pensó determinada cosa?"
Hugo Mujica basándose en Heidegger y Nietzsche.

26/5/08

Hoy me absorbió una pregunta durante todo el día. La relación entre un fragmento del cuento La forma de la espada de Borges y la cuestión de la elección universal en Sartre. Tal vez alguno de los dos fue influenciado por el otro y no me enteré. Es posible que el concepto sea viejo y ellos han bebido de la misma fuente.

Borges terminando el cuento comenta:

"...lo que hace un hombre es como que lo hicieran todos los hombres, por eso el miedo de uno es como si fuera el miedo de todos; por eso no es injusto que la tentación de una pareja en un jardín condicione el genero humano; por eso la crucifixión de un solo judío nos salva a todos."

Sartre encuentra la plena significación de la concepto de hombre universal en la libertad individual:

"Cuando decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno de nosotros se elige, pero también queremos decir con esto que al elegirse elige a todos los hombres. En efecto, no hay ninguna de nuestros actos que al crear al hombre que queremos ser, no cree al mismo tiempo una imagen del hombre tal como consideramos ser."
"... nosotros estamos en la vida por un acto de gratuidad, o sea, yo nací sin haber estado para elegir nacer y yo voy a morir sin estar del lado de la muerte para llamarme a morir..."

Hugo Mujica

24/5/08


EL último libro que me compré de Heidegger es "¿Qué es metafísica?" Confirmo a cada momento las ganas de este muchacho de jugar con las palabras. Bien conocidas son las palabras intraducibles. No porque no exista traducción (aunque a veces verdaderamente no exista), sino más bien porque los idiomas tienen significados, a menudo, diferentes. El Dasein alemán no es existencia castellana. Ni tampoco encuentra la plena significación en el vocablo "ser-ahi", "ser-en-el-mundo". De igual manera la palabra óntico, ya que solamente encuentra significado en las obras de Martin. Cuando dijeron que Heidegger es más creador pero Sartre más literato, no se equivocaron. Animarse al acceso de Sein und Zeit (Ser y tiempo), es adentrarse a una espesura incalculable. Un libro apretádisimo. También es apretado "El ser y la nada", pero el acceso del lector extraño a Sartre es menos dolorosa.
El otro día le presté a una amiga las conferencias sobre el pensar de Heidegger, "¿Qué significa pensar?". Días después me lo devolvió declarando que se quedó pensando la diferencia entre lo grave y lo gravísimo. Una de dos, o cambio de amigas, o cambio de lectura.
No prestar a Heidegger es una opción valedera.

22/5/08

no es otra cosa el vivir
que entrar en la espesura
meterte en el silencio
del misterio
del hombre, del ser

el misterio y lo místico
del fin
como si tuviera fin, lo eterno

17/5/08


Decía Rahner ("el cristiano y la palabra poética") que en la poesía se hace presencia lo que está ausente. Lo inefable se presencia callado en lo fable.
Lo que era ausencia se hace aquí y ahora. En lo poético el presente se plenifica en la palabra. La palabra rompe la noche.
Todo se hace profundo. Es todo alma.

Freud llamaba ( El malestar en la cultura) sentimiento oceánico a ese sentir de la persona que te abarca y parece que se está en contacto con el todo. Sentirse infinito en un mundo que te lleva a la finitud. No solo porque uno muere y esa conciencia de muerte te succiona todo sentido, sino también porque todo muere. No solo la vida. Mi cigarrillo, mi bebida y mi amor también mueren. Ante ese sentimiento de océano y eternidad al saberse limitado en tiempo y espacio el hombre se pregunta. El hombre escribe porque existe un sentimiento trágico (Unamuno), un sentimiento de muerte. El hombre es una roca en otra roca entre millones de rocas, pero esa pequeña roca se pregunta y se hace cargo de la pregunta. El hombre es un ser metafísico. Tiene peso ontológico propio (Hegel). Pero esa pregunta te abarca todo el ser, te cuestiona el existir. La pregunta pareciera ser a priori, nacemos con la pregunta. Somos pregunta. Víspera de algo. Incompleto.

Justamente ahí, en esa quebradura que parte al medio el sentido, nace la poesía. No entiendo: poetizo, escribo, me enamoro, pinto. También: mato, me suicido. Enloquezco.


El poeta está desnudo ante lo Innombrable, lo infinito. En la noche del poeta todo se vuelve alma.
Todo es carne viva. Rostro. Desnudez.
Y es, por último, nada.

Conocí al Padre Francisco (Prior de la Abadía del Niño Dios, Victoria, Entre Ríos, Argentina) cuando hacía una experiencia en el monasterio. Gracias a Dios, tiempo después, me di cuenta que no era para mí la vida monástica. El calor y el trabajo no me son compatibles ni un poquito. En esa experiencia descubrí algunas de sus poesías. Ahora que fui como docente con mis alumnos a realizar un retiro, compré en la librería Tú, en el arco iris. Aproximación a la poesía mística. Editado este año. No haré un estudio, ni ensayo, ni análisis. De eso se encargan de modo breve la Licenciada Ana María Zanello y el Padre Eduardo Ghiotto, osb. Hay que leerlo. Ilumina el camino como toda buena poesía. Como el canto gregoriano y el viento suave, la poesía de Francisco cala en lo hondo. Pero despacio y tranquilo. Sosegado. Calmado. El salto se da en la calma (San Juan de la Cruz).


Enlaces para profundizar en su vida:

Colectividades Argentinas

Inmigración y Literatura


7/5/08

Es verdad que en las aulas existe la negociación. Muy estudiado está el tema y hoy lo confirmé con mis alumnos.
Entro a tercer año y me encaran antes de saludar: Profe... por favor, le tenemos que pedir un favor. A ver, diganme, contesté. Lo escuchamos muy calladitos los primeros cuarenta minutos si en los segundos cuarenta nos deja estudiar literatura. Antes de que acepte (ya había aceptado, me quedaban cuarenta minutos para quedarme en el banco leyendo en silencio mientras ellos leían) les pregunté qué tenían que estudiar. Cortázar profe. ¿Se copa? Hagamos algo, les digo. Las dos horas repasan literatura conmigo aunque no sea mi materia. Así es como estuvimos las dos horas repasando a Cortázar y esbozamos algunas interpretaciones de sus textos. Después me aplaudieron porque no se imaginaban que sabía tanto de tantas cosas. Pensé para mis adentros: cuánta manipulación se puede hacer con los pibes, cualquiera les habla con un poquito de autoridad y se creen que uno sabe mucho sobre eso.
Más tarde en la sala de profesores me habló la profesora de literatura: Fernando, antes que nada muchas gracias. Los pibes se quedaron fascinados con vos, no podían creer como dejaste todo lo tuyo y los ayudaste con esto que era tan difícil para ellos. Uno de ellos me llamó aparte y me dijo que eras un genio. Mercedes querida, le digo, les pagué para que hablen bien de mí a cada uno que entra. Es nuestro secreto.

Siempre son buenas las caricias.

4/5/08

Dijo una vez Oscar Wilde que todo amor pretende imitar un amor anterior que fue mayor. No es del todo incierto. También es verdad que en los albores de la angustia toda frase parece verdadera. No hacen falta dogmas, todo se cree. Quién sabe si, como decía alguien, toda vida es esperanza de encontrar a la persona amada en otra vida. Surgen inconvenientes cuando la otra persona ama a una tercera, es decir, el cielo es también el infierno.
Despedirse es un poco que la otra persona muera. A veces se transforma en homicidio, es decir, yo quiero despedirme del otro. Es Borges quien lo explica mejor, como es su costumbre Borges todo lo explica mejor. Es, el que sigue, un texto de El Hacedor (1960).



DELIA ELENA SAN MARCO

Nos despedimos en una de las esquinas del Once. Desde la otra vereda volví a mirar; usted se había dado vuelta y me dijo adiós con la mano.
Un río de vehículos y de gente corría entre nosotros; eran las cinco de una tarde cualquiera; cómo iba yo a saber que aquel río era el triste Aqueronte, el insuperable.
Ya no nos vimos y un año después usted había muerto. Y ahora yo busco esa memoria y la miro y pienso que era falsa y que detrás de la despedida trivial estaba la infinita separación.
Anoche no salí después de comer y releí, para comprender estas cosas, la última enseñanza que Platón pone en boca de su maestro. Leí que el alma puede huir cuando muere la carne.
Y ahora no sé si la verdad está en la aciaga interpretación ulterior o en la despedida inocente.
Porque si no mueren las almas, está muy bien que en sus despedidas no haya énfasis.
Decirse adiós es negar la separación, es decir: Hoy jugamos a separarnos pero nos veremos mañana. Los hombres inventaron el adiós porque se saben de algún modo inmortales, aunque se juzguen contingentes y efímeros.
Delia: alguna vez anudaremos ¿junto a qué río? este diálogo incierto y nos preguntaremos si alguna vez, en una ciudad que se perdía en una llanura, fuimos Borges y Delia.