18/4/08

En la contra tapa de de "Extracción de la piedra de locura. Otros poemas." de Ediciones Corregidor Dice A. P. de Mandiargues (escritor francés):

"Releo con frecuencia tus poemas y les doy a leer a los otros y les tengo amor. Son lindos animales, un poco crueles, un poco neurasténicos y tiernos; son lindísimos animales; hay que alimentarlos y mimarlos; son preciosas fierecillas cubiertas de piel, quizá una especie de chinchillas: hay que darle sangre de lujo y caricias. Tengo amor a tus poemas; querría que hicieras muchos y que tus poemas difundieran por todas partes el amor y el terror."


Alejandra terminó su vida de la misma manera que la vivió: se suicidó. Murió en la poesía. En la cumbre. En el terror. Vivir aterra tanto a los lúcidos como a los místicos. La muerte no es tanto un término como una salida, un escape. No me mato yo, mato al mundo que me aterra. Vivimos entre dos situaciones negativas, del no-ser al no-ser. De la nada a la nada. Y hay quienes se creen felices. Cuánto coraje!

Aquí mi homenaje. Mis anotaciones en sus poemas.




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