Líbrame, Señor, de la noche tristísima
cuando no hay ni poesía
Escucha mi terrible canto, DIos de los amores
sácame de los vacíos
Escucha las plegarias nocturnas, no duermas
no escondas tu rostro bello
Sálvanos de la oscuridad de lo innoble
22/3/10
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